lunes, 11 de abril de 2016

Cariño, ¿y si 'hacemos un Carlos y María' a los cincuenta?

Una semana desde la despedida. Días complicados, pese a lo paradisíaco del entorno: Paraty, en la provincia de Río de Janeiro. Y tras siete días de trabajo, el lunes -al contrario del mundo- decides, además de porque es tu último día en este rincón que te ha encandilado, aprovechar haciendo una ruta por un barco que te lleva a minúsculas islas selváticas y playas con las que soñarás.

Entre los que iban en el barco estaba Carlos. Canas en el cabello y en la barba, sonrisa permanente. Se nota que es un hombre feliz. Habla brasileño, pero él no lo es. Te cuenta su historia. Es portugués, vivía en Oporto, trabajando de técnico especializado; su esposa era doctora. Tenían buena vida en Europa pero vino de vacaciones a Paraty. Un mes. Y se quedó. Decidió junto con su esposa (la llamaremos María, porque no recuerdo el nombre) montar una posada.

Ha pasado un año y Carlos es un hombre tremendamente feliz. "Fui un loco, ¡me vine a los 55 años!", me dice. Un "loco" que aclara que prepara el desayuno la misma mañana, y no el día antes; que se implica al máximo en que sus huéspedes disfruten una zona con tantos rincones como Paraty. Un "loco" que está orgulloso porque en un año ha conseguido más de doscientos comentarios en Booking, tener un 9,3 de puntuación y ver cómo está ganando dinero disfrutando de VIVIR.
"Jardim dos Oliveiras" www.jardimdosoliveiras.com.br

Y yo he pensado en preguntarte: "Cariño, ¿y si 'hacemos un Carlos y María' a los cincuenta?


sábado, 9 de abril de 2016

Brasil, Rio de Janeiro & Argentina, Buenos Aires. Abril 2016

AIRE


Separados por la distancia, con planes para el próximo reencuentro, sin fecha cierta ni lugar determinado. Sólo una ilusión entre cada café español que me dejaste y  los mates que bebes en mi calabaza.

Rutas y posibilidades de reencuentro, ahorro y pasajes negociados. Creatividad puesta a merced del objetivo en común. No importa dónde, cuando, ni cómo nos veremos. Cada oportunidad es una chance. 

Mi trabajo, tu trabajo, mi beca, tu proyecto. Algo nos permitirá vernos una vez más y aunque no muchos kilómetros nos separan, las horas sin hablar se convierten en espacios de reflexión y añoranza; somos fuertes, pero sensibles. Los días marcan en nuestro calendario una meta en común: seguir recorriendo el mundo juntos.


Ya casi termino tu libro. Las fotos de las playas que me envías, mi ambición por viajar y el fanatismo por el mar, me hace sentir que estoy viviendo tus experiencias. Nos imaginamos bajo las estrellas. 

Descubro que tu mirada es mucho más que lo que puede significar para un lector que no te conoce. Te veo, te siento y percibo desde tu narrativa. Entender como sentirías el amor cuando lo conocieras y tu analogía simbólica aplicada en un personaje de los últimos capítulos donde casualmente, aparece también el amor, una vez más: representado con una flor. 

Sí, te empecé a descubrir. Cuando los deseos se convierten en hechos cercanos, cuando la mujer que sueñas está presente en tus días. Cuando me haces sentir que soy parte de la vida que imaginaste.



Esta es la foto que tomaste en Iguazú.


Brasil, Foz de Iguazu. Marzo 2016




Semanas de ausencia y un reencuentro esperado. Una noche bajo las estrellas, una piscina con palmeras y yo: esperándote ansiosa. Un paraíso tropical que exploraríamos juntos nos demostró en cada paisaje una razón para intercambiar miradas, una belleza indescriptible, pasión a flor de piel y amor de madrugada…


 Un sello más en común en nuestro pasaporte, y una ilusión compartida… nuestra despedida hasta la próxima ciudad de reencuentro, juntos


Argentina, Buenos Aires. Febrero 2016

Año nuevo Chino, año del mono… encuentro entre culturas. En medio del corazón del barrio de Belgrano, después de una cita en el Museo de Arte Español... entre miradas y recuerdos recientes del viaje compartimos la festividad de un año nuevo que comenzaba para nosotros, entre danzas típicas y ritmos orientales nuestros labios se unieron en la más dulce experiencia de amor. Un beso eterno que aún recuerdo su sabor. En ese momento el mundo desapareció y sólo me encontré con tu mirada en la mía.

Lo que comenzó en la tarde, siguió en la noche con la promesa de un nuevo encuentro donde el fuego se apagaría amando a nuestras almas en un espacio más íntimo, sintiendo el calor del otro por unas horas, y hasta la mañana siguiente.

Los planes habían cambiado… el viaje no había sido sólo una recuerdo. Nos sorprendimos entendiendo que no era sólo un simple deseo y que no era una casualidad habernos conocido. Las tardes en Bs As fueron excusas para volver a vernos una y otra vez…

Mi vida había cambiado, ya mi libertad de trabajar estaba alineada con la de mi propósito en la vida. Viajar juntos disfrutando de lo que más nos gusta hacer, cambiar el mundo con nuestras profesiones. Un granito idealista en un paisaje distinto cada vez, compartiendo experiencias para luego vivir apasionadamente cada día, creyendo en las oportunidades y sintiendo que una vez más, todo lo que crees que está planeado puede sorprenderte.



Cuando conocí tu mirada:

Llegó el día que recibí tu libro, dedicado por quien abre su corazón comencé a entender mucho más de lo que me decían tus ojos. Tus pensamientos, tus experiencias tus deseos están a flor de piel… la inocencia de un amor que descubrirías pronto estaba escrita cual premonición en un manuscrito secreto. Me has abierto la llave a tu corazón.




Montevideo, Uruguay. Enero 2016


AGUA


Nos conocimos en un barco, cerca de la frontera entre Uruguay y Argentina. Parte de su plan era bañarse en el océano Atlántico, pasando por Montevideo, Ciudad en donde se animaría a hablar por primera vez, aunque ya nuestras miradas se cruzaron más de una vez en el trayecto al destino.

Lo que se inició con una pregunta,  terminó con una merienda-cena en medio de la Ciudad, apreciando monumentos, historias personales, pensamientos políticos y deseos de cambiar el mundo…


El encuentro se convirtió en cita para el día siguiente, donde además de risas y tragos la noche nos regaló el deseo que se contuvo como excusa de vernos en la próxima ciudad en común: Buenos Aires.


Mirar a través de tu "Mirada"




Este blog es un espacio para una historia muy peculiar, narrado subjetivamente por una testigo cercana de esa Mirada*, a través de los viajes en los que se revelan los secretos de un amor verdadero, quizás como deja vu de las propias historias narradas que han vivido en la imaginación del escritor que conquistó mi corazón.


*La Mirada, hace referencia la libro escrito por Adolfo Moreno. Subtitulado, Viaje al  Corazón Marroquí. Historias que cuentan como un joven Marroquí pasa por experiencias de vida terribles, mostrando realidades de un lugar no tan lejano pero muchas veces desconocido en un recorrido por la búsqueda de la verdad y su lucha por la supervivencia de la muerte y el hallazgo de los tesoros de la vida, entre ellos el amor… http://lamirada.cc/